Nunca va a existir una forma cómoda o simplemente fácil de hablar sobre la salud mental, es duro reconocer que incluso nuestros pensamientos no están bajo nuestro control, que hay ¨pequeños detalles¨ que necesitan ser resueltos para que grandes nos brinden la plenitud que necesitamos.
Este año ha sido la hecatombe de los sueños de muchos de nosotros, sé que el tema pandémico suena como un acetato rayado, pero, de que otra podríamos hablar si todos los días al despertar esbozamos un escenario nebuloso, y no porque nos guste la incertidumbre, sino porque, es lo que nos ofrece la vida en este momento. Confusión, incertidumbre, ansiedad y muchos sentimientos más sentimientos crudos de digerir es lo que nos brinda el mundo a estas alturas del año.
Poco se ha hablado de la salud mental con la que se nos deja a los jóvenes, quienes a duras penas resistimos la carga emocional de descubrir nuestro lugar en este plano bajo circunstancias ¨normales¨, esto sin mencionar que bajo el ojo publico somos una de las generaciones juveniles con menor índice de estabilidad emocional. Por lo tanto, el suicidio y la autoagresión son temas que deberían ser tomados con suma importancia.
Tenemos los medios suficientes para por fin comunicarnos a lo largo y ancho del globo terráqueo, y es aquí cuando les pregunto ¿Qué clase de mensaje están enviado ahora mismo? ¿estas consciente del poder que yace en tus manos justo en este momento?
Aceptar que vos mismo estas fuera de tus propias manos, esta bien. Hay que reconocer que cada día es más difícil querer seguir, esta bien. Lo que no esta bien es creer que ¨no estar bien¨ de vez en cuando está mal.
Continuará.
Por: Anónimo.